La afectación de la funcionalidad del miembro superior es una de las secuelas resultantes de diferentes patologías, como por ejemplo del daño cerebral adquirido. La intervención desde terapia ocupacional es clave para su recuperación.

Basándonos en la evidencia científica y en la experiencia clínica, las mejores formas de trabajo para la recuperación de la movilidad y la funcionalidad del brazo y la mano son las siguientes:

  • Terapias Intensivas (altas dosis de práctica repetitiva e intensiva de tareas).
  • Terapia de inducción del movimiento por restricción o Terapia de movimiento inducido por restricción del miembro sano.
  • Terapia de espejo.
  • Utilización de la actividad propositiva como medio para la rehabilitación.
  • Entrenamiento de fuerza.
Volvamos a aprender a vivir