La heminegligencia o negligencia unilateral es un trastorno cognitivo que resulta de lesiones cerebrales, como un accidente cerebrovascular (ACV) o una lesión traumática en el cerebro. Se caracteriza por la incapacidad de atender o percibir estímulos provenientes de un lado del espacio o del cuerpo, típicamente el lado opuesto al área afectada del cerebro (Bisiach & Luzzatti, 1978). Esta condición puede tener un impacto significativo en las actividades diarias de la persona, ya que afecta la capacidad de interactuar con su entorno y consigo misma.
- Dificultades en actividades cotidianas: Las personas con heminegligencia suelen tener problemas para realizar tareas que requieren atención a ambos lados de su cuerpo, como vestirse, comer o caminar, ya que pueden descuidar el lado afectado (Heilman & Valenstein, 2012). Esto puede resultar en torpeza motora o incluso accidentes.
- Riesgos para la seguridad: La negligencia de un lado del cuerpo puede llevar a la persona a no detectar objetos o peligros en ese lado, lo que incrementa el riesgo de caídas o accidentes. Como explican Driver y Mattingley (1998), la falta de atención a un hemisferio del espacio hace que la persona sea más propensa a no reconocer objetos cercanos, lo que puede resultar en situaciones peligrosas.
- Impacto en las interacciones sociales: Las personas con heminegligencia pueden no responder a estímulos provenientes de su lado afectado, lo que puede dar la impresión de indiferencia o desinterés en las interacciones sociales. Este fenómeno también afecta la comunicación, pues la persona puede no notar a alguien que se aproxima desde el lado opuesto al daño cerebral (Vuilleumier, 2004).
- Problemas cognitivos: Además de las dificultades espaciales, la heminegligencia afecta las funciones cognitivas que involucran la organización del espacio, como la lectura, la escritura y la capacidad para realizar tareas complejas. Estos déficits pueden dificultar el desarrollo de una vida cotidiana independiente (Rode, 2003).
- Fatiga y frustración emocional: La persona afectada por heminegligencia puede experimentar fatiga o frustración debido a las dificultades para completar tareas cotidianas. Esto puede aumentar la probabilidad de trastornos emocionales como ansiedad o depresión, ya que la persona siente que su independencia se ve comprometida (Daprati et al., 2005).
En conclusión, la heminegligencia tiene un impacto significativo en la vida cotidiana, afectando la capacidad de realizar actividades rutinarias, la seguridad personal y las relaciones sociales. La rehabilitación cognitiva y las terapias ocupacionales son fundamentales para mejorar la atención espacial y la calidad de vida de los afectados (Kerkhoff, 2001).

Por Alberto Aguado Calvo-Neuropsicólogo.
Comentarios recientes